COMO NACE UN PARADIGMA
Antes que nada hay que saber ¿que es un paradigma? Un paradigma
es el conjunto de cosas que asumimos y creemos, lo que sirve como base o filtro
para nuestra percepción e interpretación de la realidad; por ejemplo si nos
mostraran rápidamente un set de una baraja de cartas, pasando rápidamente una a
una, pero aquellas que sean de "corazones" con estos en color negro
en vez del tradicional y acostumbrado rojo, veremos los corazones de color
rojo, ya que es lo que "esperamos" de la realidad de un set de cartas
- los colores, figuras y números forman en este caso parte de nuestro paradigma
para lo que son las cartas en una baraja. Todos llevamos puestos unos lentes
invisibles que nos hacen ver la realidad de acuerdo a un conjunto de
convenciones y expectativas sobre lo que las cosas son y deberían ser, lo que
en otras palabras constituye un paradigma. Así es como nace un paradigma, desde
que nacemos crecemos con estas formas establecidas por la sociedad, incluso por
nuestra familia, pero no precisamente tenemos que seguir con estos paradigmas a
los que estamos acostumbrados, mientras crecemos estos paradigmas se van
rompiendo y podemos construir nuestros propios paradigmas los cuales tal vez también
sean rotos por nuestros hijos, lo importante es defender lo que pensamos y
darnos cuenta de la realidad y también respetar los paradigmas de los demás.
EPISTEMOLOGÍA MÉDICA CRÍTICA
La Medicina se ha ido configurando
históricamente sobre la base de cierta epistemología, metodología científica,
representaciones del cuerpo biológico como su objeto específico de estudio y
sobre el imaginario instituyente que los sujetos han elaborado en el seno de
una determinada cultura sobre este.
Su visión del tema de la salud y la enfermedad se encuentra
por lo tanto inexorablemente anclada en esta constelación de elementos que
conforman su soporte cognitivo y el fundamento último de su práctica. Los
significados así construidos dan coherencia a la observación y dotan de sentido
a las prácticas profesionales.
A través de este breve repaso sobre algunos de sus
fundamentos epistemológicos se hace presente un cierto tipo hegemónico de modelo
médico que modula la práctica y se instituye como paradigma de generación en
generación. Esta particular modalidad profesional es recibida y naturalizada de
manera acrítica por los propios médicos desde los estadios más incipientes de
su formación bajo la forma de un currículum oculto sostenido en el hacer
cotidiano, transmitido como modelo estereotipado de comportamiento. Se trata de
elecciones ignoradas, naturalizadas bajo el ropaje de lo obvio, lo inevitable y
a salvo de cualquier contingencia capaz de interpelarlas. Esta lógica
particular casi nunca se plantea ni se impone de manera explícita, su
inculcación ocurre de modo imperceptible, gradual, progresivamente generando
una habitus que se incorpora de manera inadvertida.
El ejercicio de una
observación crítica sobre el saber médico, sobre sus prácticas y
representaciones no es posible desde posiciones que compartan las limitaciones
de la visión fragmentaria y reduccionista de la realidad. No se trata de
sustituir una mirada parcializada e incompleta por otra igualmente mutilada
pero de sentido opuesto. La Medicina no puede vaciarse de contenidos biológicos
que le resultan imprescindibles, no está en condiciones de restringirse al uso
de herramientas de nuevo tipo para el tratamiento de la enfermedad y el alivio
del padecimiento, no podría privarse de los aportes de la tecnología como
instrumento de su accionar. No se trata de proscribir el uso de estrategias
sino de expandir las posibilidades de su accionar hacia aspectos hasta ahora ni
siquiera vislumbrados, de dotar de una nueva racionalidad a la utilización
inteligente de los numerosos recursos de que dispone, de desplazar los
fundamentos de su ejercicio de lo biológico a lo humano, de rescatarla de la
autonomización de una tecnociencia impersonal y de su subordinación, investida
de conocimiento científico, a los intereses del todopoderoso mercado y a la
instrumentalización mercantilista de las personas.
Nada de esto
resultará posible sin la participación del propio campo profesional, nada sin
la interacción creativa entre disciplinas diversas capaces de gestar discursos
emergentes y por lo tanto dotados de nuevas cualidades no reducibles a la suma
de sus partes.
El sólido nudo
epistémico sobre el que la medicina sustenta su racionalidad, aquella visión
simplificadora y parcial resulta por estos días un verdadero obstáculo
epistemológico capaz de trivializar la complejidad del conocimiento incluso en
el interior de su propio dispositivo de saberes.
El pensamiento
complejo se convierte en una necesidad imperiosa incluso para quienes no se
plantean siquiera lejanamente el cuestionamiento del carácter puramente
biológico de la Medicina. Es sin embargo imaginable que la progresiva
transformación hacia una epistemología compleja desde los conocimientos más
específicos facilite el cambio cualitativo, haga posible la ampliación de la
mirada, torne visibles aspectos que hasta hoy quedan al margen de toda posibilidad
de integración.
La confrontación
crítica con el mundo médico reclama un realismo reflexivo capaz de preservarse
cuidadosamente tanto del absolutismo epistémico como del irracionalismo más
obtuso. La medicina no puede, no debe, transformarse en Psicoanálisis, o en
Antropología, o en Sociología sino más bien ser capaz de mirarse
productivamente en la imagen de sí que estas disciplinas le proponen y en
consecuencia reflexionar críticamente sobre su propio estatuto.
Las miserias de los
juegos de poder, de la búsqueda del prestigio y las prebendas económicas
distribuidas por los mismos sectores que alientan su clausura no conducen al
camino de la superación pero, no podemos menos que aceptar que dichas taras académicas
también funcionan en disciplinas más propicias hacia el cuestionamiento y la
amplitud de perspectivas. “La idea de una ciencia social neutra es una
ficción interesada que permite considerar como científica una forma
neutralizada y eficaz simbólicamente de la representación dominante del mundo
social” Pierre Bourdieu.
El reconocimiento
de las determinaciones materiales de las prácticas simbólicas es parte del
necesario proceso de deconstrucción de las matrices sobre las que descansa el
sueño aparentemente imperturbable de la ciencia más despojada y absoluta. El
olvido de las condiciones sociales de producción del conocimiento, de sus
itinerarios históricos, la adhesión maravillada y extática a unas supuestas e
incontrastables evidencias se convierten en un ejercicio de la más
rotunda ingenuidad epistemológica cuando no en una descarada estrategia de
ocultación y sometimiento a los mediocres, los poderosos, los mercaderes.
CIENCIA COMPLEJA
La ciencia de la complejidad es una
disciplina que suministra nuevas perspectivas y conocimientos en como los seres
vivos se autoorganizan, evolucionan y se adaptan como resultado de procesos de
cooperación e interacciones mutuas entre los elementos que los constituyen.
Representa un reto y una revolución intelectual que está transformando nuestra
comprensión de la vida biológica, sus estructuras y funciones. Entre sus líderes se encuentran prestigiosos
biólogos, físicos, psicólogos sociales, economistas, matemáticos, y
neurocientíficos.
Actualmente nos enfrentamos a realidades
más complejas y en las que existen una gran variedad de fenómenos complejos no
lineales en sistemas tanto naturales como artificiales, y que se pueden reducir
a reglas sencillas. Además, y fruto de la aparición y emergencia de nuevos
conceptos no lineales como el caos y los fractales, está llegando a ser obvio
que una aproximación lineal no resulta de utilidad en la descripción de algunos
sistemas dinámicos complejos.
GEOMETRIA FRACTAL Y LA MEDICINA
La geometría fractal es una teoría construida
con el fin de caracterizar de manera apropiada objetos irregulares. El estudio
de varios objetos matemáticos abstractos, cuya forma es irregular, permitió que
se considerara que no todos los objetos llenan el espacio de la forma como lo
hacen los objetos regulares. De una manera intuitiva, si se tiene una línea,
ésta tiene dimensión uno y está formada por puntos de dimensión cero; si se
divide la recta en los puntos que la componen y éstos se dispersan, se podría
pensar que el nuevo objeto generado tiene una dimensión entre cero y uno. De
esa misma forma puede pensarse en las curvas irregulares que tienen una manera
particular de ocupar el plano y que poseerían una dimensión entre uno y dos.
Un
objeto fractal debería tener al menos una de las siguientes características:
- Existe similitud entre detalles a gran escala y a pequeña escala
- No se puede representar por medio de la geometría clásica
- Su dimensión es fraccionaria, es decir, no es entera
- Se puede definir recursivamente
Los
fractales son figuras geométricas que no se pueden definir a través de la geometría clásica. Aunque el ser humano tiende a abstraer las
figuras de los objetos a esferas, cuadrados, cubos, etcétera, la mayoría de las figuras que
se encuentran en la naturaleza son de geometría fractal.
Una
de las características más significativa de los fractales es que surgen a
partir de acciones muy básicas, como el Conjunto de Cantor, que
inicialmente parte de una recta y a partir de reglas muy básicas se convierte
en una estructura compleja.
Otra
de las características de los fractales es la autosimilitud: cuando se cambia
de escala en la representación de algún fractal la imagen que resulta es de
gran similitud a la imagen de origen. Por tanto, se puede decir que los
fractales son autorecurrentes. Ejemplos de fractales con esta características
son el Copo de nieve de Koch o
los Conjunto de Julia.
En
el cuerpo humano existen muchas estructuras con geometría fractal, como son la
red vascular, el árbol bronquial, la red de neuronas, la mucosa intestinal, la
disposición de las glándulas, etc. (Bassingthwaighte et al, 1994)
La importancia de la geometría fractal en el organismo
es que permite optimizar la función de los sistemas ya que tienen una gran
superficie sin ser órganos demasiado voluminosos. Los pulmones, por ejemplo,
tienen un área de dintercambio de aproximadamente 100 metros cuadrados (una
cancha de basketball), mientras que el volumen total es de unos 7 a 8 litros.
Dimensión
Fractal: Por medio de este índice matemático, se pueden cuantificar las
características de los objetos o fenómenos fractales.
Hay
varios métodos para calcular la dimensión fractal como el exponente de Hurst
(R. Solé and S. Manrubia, 1993, Bassingthwaighte et al., 1994)
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